
Investigan accidente mortal en Dajabón
Un trágico incidente tuvo lugar en Dajabón, donde la vida de un policía, un civil y un militar se vio abruptamente truncada en una carrera ilegal de motocicletas. Este suceso ha conmocionado a la comunidad, dejando huellas imborrables en las familias involucradas y en la sociedad en general.
El policía fallecido, Julio César Ramón Solís, de apenas 25 años, sufrió un brutal trauma craneal y politraumatismo como consecuencia del impacto. Su pérdida ha dejado un vacío irremediable en sus seres queridos, quienes lo despiden con profunda tristeza y consternación.
Por otro lado, Waldy Minaya, un joven residente en La Vigía, perdió la vida de manera trágica a causa de un trauma craneal severo, múltiples fracturas y laceraciones. Su partida repentina ha dejado un doloroso pesar en su entorno más cercano.
Junior Antonio Pérez Feliz, el militar herido en este fatal incidente, lucha por su recuperación tras sufrir un trauma craneal moderado y diversos golpes en su cuerpo. Actualmente se encuentra bajo cuidados médicos en un centro de Santiago Rodríguez, en un intento por sanar sus heridas tanto físicas como emocionales.
La tragedia se desencadenó cuando Julio César, Waldy Minaya y Junior Antonio patrullaban en motocicleta en respuesta a un reporte sobre una carrera clandestina. Su propósito era salvaguardar la seguridad de la comunidad, pero lamentablemente fueron embestidos por un participante en dicha competencia ilegal, que también perdió la vida en el trágico suceso.
Las autoridades competentes están llevando a cabo una exhaustiva investigación para esclarecer los hechos, aunque hasta el momento no han emitido un informe oficial. Se insta a mantenerse atentos a futuras actualizaciones sobre este doloroso acontecimiento que ha sacudido a Dajabón y sus alrededores.
Este lamentable incidente nos recuerda la importancia de la prudencia en nuestras acciones, el respeto por las normas de convivencia y el valor de la vida humana. Que la memoria de Julio César Ramón Solís, Waldy Minaya y la pronta recuperación de Junior Antonio Pérez Feliz nos inspire a reflexionar sobre la fragilidad de nuestro existir y la necesidad de promover la seguridad en nuestras comunidades.